Mi Pyme
Emprendedor puso un carrito de comida en la punta del cerro
Autor: Comerciante, publicado el
“El Parador del Ciclista” se enfoca en los deportistas que suben a Farellones en bicicleta. El emprendimiento nació luego de que José Martínez, su dueño, quedará cesante en medio de la pandemia, y ha sido todo un éxito.
José Martínez toda su vida ha dependido de la nieve, ya que le ha dado las oportunidades de trabajo para mantenerse a él y a su familia. Desde joven trabajó como patrulla de nieve, encargado de operaciones e instructor en los varios centros de ski locales, sin embargo, cuando la pandemia llegó, fue despedido como muchos trabajadores.
Con 57 años y ante la necesidad de encontrar pronto una fuente de ingresos, decidió lanzarse con un emprendimiento en medio de la nieve.
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“La idea de mi negocio inició mirando la nieve. Yo he vivido toda mi vida aquí, por lo que siempre veía cómo cientos de ciclistas subían diariamente por esta ruta y me di cuenta que nunca existió nada para estos deportistas. Siempre quise tener un negocito y la posibilidad ocurrió justamente en este lugar, en el kilómetro 14 y medio, en Corral Quemado, camino a Farellones”, comenta José Martínez.
En medio de este paisaje precordillerano se encuentra “El Parador del Ciclista”, un bunker de color negro con letras rojas que en su techo, lleva una bicicleta como parte de la decoración. Por lo general José abre su negocio todos los fines de semana pero tan pronto como comienza la temporada de ski, abre de lunes a domingo de 06:30 de la mañana hasta las 19:00 horas. En su local ofrece bebidas energéticas, barras de cereal, gel energético sandwich´s, huevos, agua, cicleteros y por supuesto, cuenta con kit´s de reparación de bicicletas, cámaras por si pinchan un neumáticos, además, de un bombín que presta a todos quienes necesiten inflar sus ruedas.
“La verdad es que me ha ido bien, ya que son muchos los ciclistas y las personas que suben diariamente a la nieve por lo que ser un oasis en medio de tanto frío y en medio de la nada, lo agradecen mucho. Pero a decir verdad nada de esto hubiera sido posible, de no haber tenido la ayuda que he recibido por parte de la alcaldía”, destaca José.
José no sabía qué debía hacer para instalarse con su negocio por lo que se acercó a la municipalidad de Lo Barnechea y fueron ellos quienes lo ayudaron a formalizar con las autorizaciones para abrir su negocio.
Respecto a las ventas, El Parador del Ciclista se ha hecho tan conocido entre los deportistas que suben a Farellones que, debido a la alta demanda y a que muchos ciclistas no andaban con efectivo, decidió sumar la alternativa de pago con tarjetas. “Para mi negocio ha sido un beneficio contar con SumUp ya que, los ciclistas por lo general no andan con efectivo ya que para hacer este tipo de rutas, pues necesitan andar lo más ligero posible. Mis ventas han aumentado un 70% solo por contar con la maquinita”.
José ha tenido una vida fría, en medio de paisajes tan hermosos e imponentes que llegan a dar miedo, pero para él, el miedo es parte del desafío y cree fielmente que las personas que pertenecen a la tercera edad y quieren instalarse con un negocio, deben dejar el miedo y atreverse, tanto a luchar por sus sueños como a incorporarse en la tecnología.
“Dentro de toda mi ignorancia ha sido fácil de usar la maquinita y pese a que en este sector la señal no es la mejor, me ha funcionado bien y ha traído un mayor ingreso a mi negocio. Nosotros que somos chicos en el mercado, nos conviene contar con este tipo de ayuda ya que además no nos cobran extra por mantenerlas”, finaliza el dueño del Parador del ciclista.