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Nails Up!: la empresa de manicure chilena que abre oportunidades laborales a mujeres extranjeras
Autor: Comerciante, publicado el
Tiene integrado como uno de sus valores la inclusión laboral de manicuristas que han llegado al país desde el exterior.
Uno de los obstáculos más importantes que enfrentan las mujeres extranjeras latinas es la validación en Chile de sus títulos y experiencia laboral, lo que puede limitar sus oportunidades de trabajo y dificultar su inserción en el mercado laboral.
Además, las mujeres extranjeras pueden encontrar dificultades para entender las normas y prácticas laborales del país, una falta de conocimiento que limitaría su capacidad para encontrar trabajo y tener éxito en su profesión u oficio.
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Por otro lado, el rubro laboral dedicado a la estética está creciendo cada día más, y son muchas las personas que toman cursos para especializarse en postura de pestañas, peluquería, manicure o depilaciones.
Así se refleja en una encuesta realizada el año 2018 por la consultora GfK Chile, la cual reveló que el 51% de las mujeres chilenas se hacía manicure de forma regular, indicando que es una práctica muy popular en nuestro país.
Sin embargo, existen muchos trabajadores y trabajadoras de esta área que parten desde la autogestión sin contar con conocimiento certificado.
Camila Rojas, fundadora de Nails Up!, centro especializado en manicure y pedicure, comenta que “si bien los ingresos en este sector laboral son variables por servicio, nosotros vemos esto como una oportunidad para generar trabajo para las personas, especialmente a las que llegan a nuestro país buscando una mejor vida, además de enviar dinero a sus seres queridos en sus países de origen”.
Diversidad
“En nuestros salones, contamos con 40 manicuristas extranjeras de diferentes orígenes culturales, lo que nos permite tener una amplia variedad de técnicas y estilos de manicure, que a su vez nos ayuda a satisfacer las necesidades de un grupo diverso de clientes”, indica Rojas.
Según explica, “la distinción que hacemos es que las extranjeras exclusivamente pueden venir sin certificación previa y nosotras les hacemos cursos gratis (que normalmente son pagados). Una vez listas, las incorporamos al negocio de forma paulatina”.
“Nuestra experiencia se ha dado muy bien, ya que tienen muchas ganas de aprender y profesionalizar lo que ellas hacen habitualmente en su día a día, dependiendo de donde vengan”, añade Camila.
“Es importante que en nuestros trabajos, sobre todo si trabajamos en estética, valoremos la diversidad y creamos que la inclusión de manicuristas extranjeras a un equipo nos permite enriquecer nuestra experiencia laboral y contribuir a una sociedad más justa e inclusiva”, finaliza la fundadora de Nails Up!