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¿Cómo encontrar el mejor pañal para un bebé?

Autor: Comerciante, publicado el

Para hacerlo bien se debe evaluar la capacidad de absorción, el tiempo de absorción y el retorno de humedad.

Un estudio del SERNAC del 2020 evaluó distintas marcas de pañales de niños y de adultos, “y encontró importantes diferencias en la capacidad de absorción; es decir, el volumen de líquido que absorbe sin escurrir, y el tiempo de absorción, entendido como cuánto se demora en absorber una descarga usual de orina”, responde la académica de la carrera de Enfermería de la Universidad Central, Jenny Garay, cuando se le pregunta si todos los pañales desechables son iguales.

Dijo que dicho estudio “también evaluó el retorno de la humedad, el cual es el líquido que devuelve el pañal cuando el niño se sienta o mueve ejerciendo presión sobre él”.

Esto revela que no todos los pañales son iguales. Estas características son bastante relevantes debido a que permiten mantener la piel del menor, aislada de la humedad, evitando el riesgo de dermatitis del pañal, infecciones por hongos en la piel o incluso infecciones del tracto urinario, alerta la docente.

El mismo estudio de SERNAC encontró que, lamentablemente, no existe un rotulado respecto a las características mencionadas (capacidad de absorción, tiempo de absorción y retorno de humedad), por lo que los consumidores solo pueden guiarse por la publicidad, experiencia de uso o recomendaciones de otros consumidores.

“Sin embargo, más allá del tipo o marca del pañal, es importante seleccionar uno de un tamaño adecuado al peso del menor, procurando que no quede demasiado ajustado ya que puede generar lesiones en la piel, y tampoco demasiado holgado ya que generaría filtraciones”, indica.

Otro aspecto relevante que menciona en el caso del recién nacido, es “evitar que el pañal cubra la zona umbilical al menos hasta que el cordón caiga y haya cicatrizado por completo, ya que el contacto con orina o deposiciones podrían generar una infección”.

“El mejor uso de cualquier pañal es cambiarlos de modo frecuente y lo antes posible para evitar el contacto de la piel con la humedad”, resume.

Actualmente se promueve generar una crianza respetuosa y enfocada en el niño o niña, por lo tanto, no existe una edad establecida para que un menor abandone los pañales, sino más bien un rango de edades ya que es un proceso. La mayoría de los niños lo logra entre los 18 y 30 meses, pero solo sobre los 4 a 5 años se podría considerar que existe un problema.

“Más allá de la edad, los niños muestran señales de estar preparados física, cognitiva y emocionalmente para este proceso, tales como mostrarse incómodos con el pañal sucio, poder pasar 2 o más horas con el pañal seco, tener la habilidad cognitiva y de lenguaje para expresar la necesidad de ir al baño, y las habilidades físicas y motrices para utilizar el inodoro o bacinica solo o con ayuda”, explica la académica.

Por último, Jenny Garay recalca que “es importante que los padres y cuidadores se muestren respetuosos y comprensivos con este proceso, ya que pueden haber retrocesos en algún momento. Se debe evitar generar burlas o sobrenombres si esto ocurre, y por ningún motivo retar o castigar ya que podría generar sensación de rechazo y ansiedad en el menor”.