Tema Central

Los cuidados que hay que tener con las pilas en desuso

Autor: Comerciante, publicado el

Debido a los altos costos que conlleva, Chile no cuenta con una planta para reciclar las pilas.

El reciclaje de pilas y baterías permite aprovechar las materias primas secundarias, ya que son reintroducidas en el proceso productivo de pilas y baterías, aunque también se emplean en la fabricación de otros productos.

Sin embargo, debido a sus altos costos, en Chile no se reciclan las pilas. “Sólo se recolectan y encapsulan en bloques de concreto, para evitar derrames y contaminación medioambiental”, revela la docente Jadille Mussa.

Según explica la académica de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Central, “existen pocas de estas plantas debido al alto consumo energético y las altas inversiones que significan”. Por eso la mayoría de estas plantas se encuentran en los países desarrollados.

Entonces, dado que en realidad las pilas no serán recicladas, es importante tener precauciones especiales al manejarlas cuando están en desuso, debido a sus componentes químicos y su impacto en el medio ambiente.

Consejos para manejar las pilas en desuso

Es muy importante contar con un almacenamiento adecuado mientras se deshace de ellas, para que no sean expuestas a condiciones climáticas extremas.

De preferencia mantenerlas en un lugar seco y seguro, lejos de la humedad y de fuentes de calor.

Evite dejarlas donde puedan ser alcanzadas por niños y mascotas.

Intente no dañar las pilas ni aplastarlas o hacerles perforaciones. No se debe arrojar al fuego por ningún motivo.

Hay que preocuparse de no mezclar pilas usadas con las nuevas. Lo recomendable es mantenerlas en su empaque hasta que se vayan a usar.

“De acuerdo al Decreto Supremo 148 sobre el Manejo de Residuos Peligrosos, las se deben manejar como residuo que pudiese impactar la vida y salud tanto de las personas como el medio ambiente a las pilas con compuestos de zinc, con compuestos de cadmio, con compuestos de mercurio, con compuestos de plomo y otros compuestos como el manganeso, níquel y litio, que podrían tener un alto nivel de toxicidad (en función de su concentración) para los seres humanos y los ecosistemas”, concluye Jadille Mussa.