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Sepa ordenar y clasificar los abarrotes en el negocio de barrio

Autor: Comerciante, publicado el

La clave para comprender su importancia es que una buena distribución mejorará el retorno, disminuyendo la pérdida.

Al igual que en un supermercado, la disposición de los productos en el almacén es sumamente importante. Se deben dejar a la vista de los clientes aquellos que tienen mayor venta y alto retorno, es decir, más ganancia.

“Esto es de detrás de la caja, a la altura de la mirada o al alcance de la mano”, enfatiza Luis González Jofré, académico de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Central.

“Lo anterior permitirá aumentar la utilidad del almacén, logrando vender todos aquellos productos que más dinero dejan. En simple, se trata de que el cliente encuentre fácilmente lo que busca, para lo cual el almacén debe estar adecuadamente dispuesto, ordenado, limpio y con buena iluminación”, recalca el docente.

Para el experto está claro que “el negocio no tan solo debe vender, sino que debe hacerlo de manera inteligente, dejando la mayor ganancia posible”.

González alerta que “si no se ordena la mercadería, aumenta el riesgo de que el almacén venda abarrotes que no dejan utilidad y, en consecuencia, se perderá dinero. La clave es que una buena distribución mejorará el retorno, disminuyendo la pérdida”.

Góndolas

Respecto de cuál es el diseño más recomendado para ordenar los abarrotes en el almacén, el académico indica que “el formato que mejores resultados ofrece es el de góndolas, sobre todo cuando existe amplitud dentro del local”.

“De no ser así, los productos no deberían estar a ras de piso, entendiendo que no se ven desde la posición del cliente. Es importante velar porque todo esté a la vista”, subraya el experto.

Puntualiza que en el caso de frutas y verduras, “éstas deben estar a la entrada de la tienda, a media altura. Ojalá en cestas o canastos, que permitan el cuidado y mantención de estos alimentos”.

Clasificación

El docente de la UCEN recuerda que los abarrotes se deben clasificar en perecibles y no perecibles.

“Por la rotación de los perecibles, o productos de corta duración, su ubicación debe ser la más cercana y a la vista del cliente. Debemos evitar que se pierdan por vencimiento u obsolescencia, por lo que vitrinas iluminadas, anaqueles vistosos y cerca de la mano del cliente son esenciales”, aconseja González Jofré.

A lo anterior se debe sumar el “disponerlos en lugares dentro del recinto que tengan condiciones aptas de bodegaje, como son áreas de frío, con buena temperatura y que no llegue de manera directa el sol o con alta concentración de humedad”.

Por otra parte, plantea que “aquellos de larga duración, como son detergentes, artículos de limpieza, enlatados, papelería y otros, se pueden almacenar en cantidades más grandes, en espacios preferentemente secos , pero con menos exigencias respecto a la guarda”.