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Todo lo que debe saber respecto de los alimentos refrigerados

Autor: Pavel Burton, publicado el

Averigüe en qué hay que fijarse al comprarlos, cómo manipularlos y de qué manera guardarlos.

Aunque son términos que suelen confundirse, existen claras diferencias entre los alimentos refrigerados y los congelados, como la temperatura en que se deben conservar y el tiempo de duración de cada uno.

Así, por ejemplo, según el reglamento sanitario de los alimentos, cuando hablamos de alimentos congelados nos referimos a aquellos, naturales o elaborados, que han sido sometidos a un proceso térmico hasta que el producto alcance una temperatura de -18°C en el centro térmico. “Esto permite la conservación del producto alimentario a largo plazo, ya que este método consiste en convertir el agua de los alimentos en cristales de hielo que impiden que los microorganismos se desarrollen”, explica Alexia Hananias, directora de la Carrera Nutrición y Dietética de la Universidad de las Américas, sedes La Florida y Providencia.

Y a continuación detalla que,  a diferencia de los alimentos congelados, “los productos alimentarios refrigerados son sometidos a temperaturas entre 0° y 5°C, donde los alimentos se mantienen por unos días, ya que los microorganismos bajan su actividad enzimática y enlentecen su crecimiento”.

– ¿En qué hay que fijarse al comprarlos?

– En el caso de los productos que estén envasados, debemos fijarnos en el envase que esté bien sellado, que no tenga fisuras. También en la fecha de elaboración y vencimiento y las indicaciones de temperatura de conservación.

Con los productos a granel, como las frutas y las verduras, ha que tener en consideración al momento de elegirlos las características organolépticas del alimento, por ejemplo, el color, aroma, la textura y, además, si se observa alguna alteración en sus características físicas. Si observamos presencia de microorganismos como hongos o moho el alimento ya está en mal estado, no puede ser consumido y se debe eliminar por completo”, complementa.

– ¿Cómo manipularlos para evitar la propagación de bacterias?

– La persona que manipula los alimentos cumple un rol fundamental en la trasmisión de microorganismos hacia los alimentos y por ende en la salud del consumir, por lo tanto, debemos ser rigurosos en la aplicación de buenos hábitos y conductas higiénicas, como, por ejemplo: mantener uñas cortas, limpias y sin esmalte, lavarse las manos constantemente, tomarse el cabello, no utilizar accesorios como anillos y relojes.

Por otro lado, cuando preparamos los alimentos frescos debemos utilizar superficies y utensilios limpios. Éstos se deben desinfectar adecuadamente. También se deben lavar todos los alimentos que se utilizan en la preparación, así como evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos”, añade.

– ¿Cuáles son las formas más recomendadas para guardarlos?

– El almacenamiento va a depender del tipo de alimento que vamos a guardar. Algunas frutas y verduras requieren de refrigeración, y es importante separar los estantes y no juntar alimentos en descomposición o alimentos maduros con los alimentos frescos, ya que aceleran la maduración de los demás.