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Ya no es un mito urbano: En Chile es habitual el consumo de carne de perro

Autor: Comerciante, publicado el

Pese al riesgo sanitario que conlleva y la ley cholito que protege a los animales de compañía, en nuestro país año a año se retiran kilos de carne de perro en puestos de venta callejeros.

Fue sin duda una de las noticias más impactantes de la semana. En Estación Central, la denuncia de la concejala Michelle Tabilo quien dio a conocer el caso de una mujer, vecina de la comuna, que debió asistir a un centro asistencial por un fuerte dolor abdominal por haber consumido un anticucho en la calle. Lo más increíble fue que en el examen de rigor se le fue encontrado un chip de un perro poddle en su estómago.

La notica levantó una polvareda en redes sociales y nuevamente instaló la polémica y, hasta hace un tiempo, el mito urbano de que en Chile se consume carne de perro. Pero, ¿qué tan cierto es esto? La evidencia dice que es cierto y que año a año la autoridad sanitaria retira kilos de carne de estos queridos animales de compañía.

Según información que maneja La Tercera, en 2013 el entonces seremi de Salud de la Región de Valparaíso, Jaime Jamett, decomisó carne de perro que estaba siendo vendida como anticuchos en San Felipe.

Fue una de las primeras pruebas públicas y comprobadas del consumo de carne de perro en nuestro país, pero no fue lo único. Según el mismo Jamett, en ese entonces, en plena Fiestas Patrias, y en diversas fondas de nuestro país, también se decomisaron carnes de dudosa procedencia, que posteriormente, y gracias a análisis de médicos veterinarios, confirmaron que correspondía a carne de perros.

Ante esos antecedentes y ante la gran cantidad de puestos de fritura ilegal en Estación Central y otras comunas del país surge la pregunta de si es posible normalizar esta práctica, pese al reproche cultural y sanitario que hay detrás. Karen Neumann, académica Medicina Veterinaria de la Universidad de Las Américas señaló a La Tercera que por ningún motivo se puede aceptar.

“Su consumo conlleva riesgos sanitarios, ya que no están criados para ese fin y la proteína obtenida no es inocua para consumo, ya que puede tener parásitos y algunas bacterias potencialmente patógenas y residuos de medicamentos como antibióticos, que pueden ser tóxicos para el ser humano”, afirma al citado medio.

En esa misma línea, agrega que el consumo de carne en la vía pública “debe estar sujeta a una resolución sanitaria que es entregada por la Seremi, que implica el mantenimiento de cadena de frío y la fiscalización, asegurando así, la inocuidad y evitando la transmisión de enfermedades”.

Ley protege a animales de compañía

Si bien la ley de tenencia responsable de mascotas y animales de compañía no prohíbe explícitamente el consumo de carne de perro, “si especifica que los responsables de estos animales deben proporcionarle alimento, albergue y buen trato, además de brindarle los cuidados veterinarios indispensables para su bienestar, y no someterlos jamás a sufrimiento a lo largo de su vida,”, explica Leandro Cádiz, académico también de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Las Américas.

Sobre eso mismo, y saliendo del tema sanitario, el hecho de que se consuma carne de perro también está vulnerando la ley de tenencia responsable, o más conocida como ley cholito.

Y es que para efectos prácticos, el hecho de comercializar esta carne es maltrato tanto si el animal es de calle o compañía. Así lo afirma también Erick Lucero, médico veterinario de la Universidad Santo Tomás. “Hay normas internacionales para la faena de animales destinados a consumo, cosa que claramente acá no aplica por lo que la forma en que esos animales fueron sacrificados se desconoce y agrava aún más la falta”, concluye.