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Los clásicos y nuevos acompañamientos para las sopaipillas

Autor: Comerciante, publicado el

Por las condiciones económicas que se vive en el país, es muy frecuente que se utilicen salsas para añadirles sabor.

En toda América Latina el tomate forma parte de los acompañamientos clásicos para las sopaipillas, que con o sin zapallo, están presentes en la cultura culinaria de la mayoría de países de la región.

En Chile, la mezcla del tomate cortado en cubos pequeños o machacados, además de cebolla, perejil, algo de ajo, aceite y sal, se llama pebre y suele ser el que más se usa para incorporarlo a la sopaipilla, según apunta Paolo Castro, director de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Central.

“Al ser una salsa de ingredientes naturales y frescos, y al tener también ají, el pebre está aportando ciertas cantidades de licopeno desde el tomate, y vitamina C desde el ají. Además de algunos otros componentes aromáticos, que permiten resaltar y maridar la masa frita u horneada”, acota el profesional.

El nutricionista recalca que la cultura, y dentro de la cultura la alimentación, es muy variable, lo que provoca que vaya evolucionando y se incorporen como alternativas alimentos que antes se suponía que no se podían combinar.

“Así aparecen nuevas mezclas, como agregarle paltas, mayonesa y hasta ese producto que hoy se conoce como sopaipleto. O incluso usar las sopaipilla como base de masa para transformarla en un sandwich”, detalla el académico.

Ketchup, mostaza y salsas

Paolo Castro puntualiza que hoy, por las condiciones económicas que se vive en el país, “es muy frecuente que se utilicen salsas para acompañar las sopaipillas”.  

“Estas salsas no necesariamente tienen su origen en Chile, como ocurre con el ketchup y la mostaza. Pero igual se utilizan como una alternativa económica para paliar el hambre, sobre todo en los días fríos o en las mañanas junto con un café u otra agua caliente”, indica.

Sin embargo, el nutricionista llama a privilegiar los productos naturales y alerta que opciones como la de la mostaza y el ketchup tienen un alto contenido de sodio.

“En Chile consumimos el doble del sodio recomendado y un tercio de la población tiene hipertensión arterial. Y ojo, que no es broma, porque el sodio se asocia con una de cada ocho muertes en nuestro país”, detalla al respecto.

Sopaipillas pasadas

Otras de las opciones, y muy consumidas también en nuestro país, son las llamadas sopaipillas pasadas, una preparación típica chilena que consiste en darle un baño de chancaca, lo que las hace muy propias. Esto consiste en pasarlas por una salsa hecha con chancaca, que es un producto típico de la repostería chilena elaborado con azúcar sin refinar y melaza. Ésta la disolvemos en agua que saborizamos con canela y cáscara de naranja o limón.

A lo largo de nuestro país se pueden encontrar pequeñas variaciones de la receta. Por ejemplo, en el sur se le adiciona puré de papas a la masa base, en la zona centro es habitual que se les agregue puré de zapallo o calabaza, mientras que en las regiones del norte se preparan sólo con harina, agua, manteca, bicarbonato o polvos de hornear.