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Cada cuánto y cómo se debe hacer el aseo en el hogar

Autor: Comerciante, publicado el

En lo posible hay que usar guantes para proteger la piel de los productos que se utilizan en esta tarea.

Al menos una vez a la semana se debe realizar un aseo completo del hogar, tarea que incluye retirar el polvo y la grasa que se han acumulado sobre las diversas superficies.

Este aseo profundo debe realizarse en todas las habitaciones, aunque en el caso de los baños y la cocina se recomienda una frecuencia de dos veces a la semana.

Por otra parte, “un aseo que incluya las paredes, los vidrios y cerámicos, etc, debe llevarse a cabo una vez al mes”, detalla Ana María Álvarez, directora de la carrera de Enfermería de la Universidad Central.

“Uno generalmente parte por living, comedor, los dormitorios y al final deberían quedar baños y cocina”, indica la docente cuando se le pregunta cómo debe efectuarse ese aseo semanal.

Proteger la piel

“Siempre debe realizarse un previo lavado de manos, y en lo posible usar guantes para proteger la piel de los productos que se utilizan”, alerta la académica.

Aconseja usar “productos desinfectantes en baños y cocina, retirar el polvo de los techos, de las lámparas, interruptores, aspirar las cortinas, aspirar los muebles”.

“En lo posible, si hay mucho polvo, no barrer sino que usar estos paños que van recogiendo la suciedad, un paño semihúmedo.

Dice que cuando se hace el aseo en la cocina hay que prestarle especial atención “a los rincones donde pueden quedar restos de comida, donde puede concentrarse la grasa. Por ejemplo, en la cocina, en el lavaplatos”.

“Si hay un extractor de aire también es importante limpiarlo, porque se acumula tierra y grasa del vapor de las ollas que va formando una película que en general se llena de microorganismos”, advierte Ana María Álvarez.

Dormitorios

“En el caso de los dormitorios, lo ideal es aspirar o pasar un paño húmedo sobre todo debajo de las camas, sacudir y dar vuelta los colchones por lo menos 1 vez al mes o cada 15 días”, indica la directora de la carrera de Enfermería de la UCEN.

Y recalca que “no hay que sacudir, sino que pasar un paño para limpiar, con el fin de no tirar los ácaros al aire porque uno mismo los inhala al estar limpiando”.

Manifiesta también que “las sábanas se deberían cambiar una vez a la semana, algunos dicen cada tres días, pero una semana o cada 15 días está bien”.

La docente aconseja que “la ropa de cama hay que ventilarla bien, sobre todo cuando se sacan del verano para el invierno. En lo posible haberla lavado, y la que se guarde, también guardarla lavada”.

Álvarez enfatiza que luego de la cocina, el comedor “es al que hay que prestarle una mayor atención para que no queden restos de comida en el suelo, para no atraer roedores o algún otro animalito que puedan andar por ahí”.

“En el caso de que uno tenga mascotas que estén adentro de la casa, hay que limpiar todo lo que ellos puedan ensuciar y aspirar o escobillar los sillones para sacar el polvo”, concluye.