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Cómo mantener una correcta cadena de frío en los productos del almacén

Autor: Comerciante, publicado el

Los vehículos que transportan este tipo de alimentos requieren un sistema de enfriamiento interno.

Lo primero que acota la académica de la carrera de Nutrición de la Universidad Central, Claudia Narbona, cuando se le pregunta por la importancia de mantener la cadena de frío de los productos en el almacén, es que “ésta evita que la contaminación primaria de los alimento, o sea los microorganismos presentes en los alimentos, se desarrollen a niveles que hacen que el alimento se transforme en un peligro para la salud de los consumidores”.

La cadena de frío es la mantención continua de los alimentos en frío, 4°C, de modo que permita mantener por más tiempo las características organolépticas y evitar el desarrollo excesivo de bacterias.

“Cuando uno va a comprar, seria ideal tener un cooler o bolsa de frío de modo que todos los perecibles que están en las góndolas de frio se mantengan a esa temperatura y no suban de los 4°C”, sugiere la ingeniero en alimentos.

Los vehículos que transportan alimentos y que requieren cadena de frío, deben contar con un sistema de enfriamiento interno que permita mantener los 4°C durante todo el proceso de distribución de los alimentos. Esto posibilita tener un monitoreo y control total de la temperatura durante los desplazamientos de alimentos.

La pérdida de la cadena de frío se da cuando generamos alguna acción que hace que los alimentos pierdan el frío, ya sea por transportarlos en las condiciones inadecuadas, o bien sacarlos del refrigerador y dejarlos expuesto al ambiente. Por ejemplo, cuando compramos en el almacén y sacamos primero los perecibles de las góndolas de frio y después nos seguimos paseando por negocio comprando otras cosas.

Es difícil poder determinar si la cadena de frio se rompió o no. La recomendación más práctica es siempre asegurarse y escoger los productos que están más atrás, o más abajo en las góndolas de refrigeración o congelación, nunca sacar los primeros.

Por último, la docente aconseja que “al momento de adquirir productos ya sea congelados o refrigerados, tratar de sacarlos de las góndolas una vez que ya estamos listos con la compra del resto de los otros alimentos, de modo de evitar exponerlos mucho tiempo a la temperatura ambiente”.