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La historia de la once: Una comida infaltable en la mesa de los chilenos
Autor: Comerciante, publicado el
La influencia de la cultura inglesa en el país hizo del té la bebida favorita para esta hora del día.
A la época colonial hay que retroceder para encontrar el origen de la once en Chile. Y su nombre se atribuye a un ingenio de los hombres para ir a beber en la tarde sin despertar la molestia de sus esposas.
“Las investigaciones históricas vinculan la once al nombre del aguardiente, que tiene once letras. Los hombres salían durante las tardes diciendo a las mujeres que iban a las onces, evitando nombrar el nombre del alcohol”, resume el chef Joel Solorza.
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Si bien en esos años efectivamente esa fue la idea, con el pasar del tiempo la hora de once pasó a transformarse en un momento para compartir en familia en torno a una infusión, generalmente mate, acompañada de galletas o pasteles.
La llegada del té
A mediados del siglo XIX la influencia de la cultura inglesa en el país hizo del té la bebida favorita para esta hora del día.
Y aquello duró hasta mitad del siglo pasado, cuando el café también se sumó a las preferencias de los chilenos a la hora de once.
Por otra parte, los acompañamientos al té o café también se han ido modificando y pasaron de los dulces en el pasado, a los salados que se preparan hoy, como sándwich de distintos tipos e incluso pailas de huevos, por ejemplo.
“Hoy la once en muchos sectores es la última comida del día. Por ello, junto al té o café, se incluyen platos livianos compuestos por una proteína y vegetales en ensalada”, recalca el director de la Escuela de Gastronomía de la Universidad de Las Américas.