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Las razones de porqué se deben consumir alimentos calientes en invierno

Autor: Comerciante, publicado el

Con las bajas temperaturas se requiere mantener el calor corporal y para ello se necesitan más calorías.

La temperatura y la luz natural, son algunos de los factores que inciden en nuestra alimentación, que en este caso hacen más marcado el consumo de alimentos más calóricos en otoño e invierno y menos calóricos en primavera y verano.

“Otra posible causa de este aumento en el consumo de alimentos en los meses fríos, se puede deber a la inactividad”, apunta la académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Central, Claudia Narbona.

Y al respecto sostiene que “durante el otoño y el invierno realizamos menos actividad física y, por lo tanto, pasamos más encerrados, y como hace frío es difícil que elijamos una fruta o una ensalada”.

“Preferimos un cocido, un café con leche o un pastel con chocolate, frituras, masas y mucho pan, arroz, fideos y papas”, detalla la nuticionista.

Más calorías

Claudia Narbona sostiene que “cuando llega el frío del otoño pareciera que el cuerpo nos pide comer más. Nos olvidamos de la dieta y nos provoca algo más fuerte, calórico y caliente, y por lo general son las frituras y las masas, las predilectas de estos días fríos”.

“Esto obedece también a que, con las bajas temperaturas, requerimos mantener nuestra temperatura corporal y para ello requerimos de más calorías”, explica la docente.

Pero, ¿qué provoca eso en nuestro cuerpo? “Un aumento en la producción de la hormona melatonina, encargada de disminuir la temperatura corporal y, por ende, de aumentar la necesidad de consumir más calorías”, responde la nutricionista.

¿Olla o microondas?

En cuanto a si existe diferencia entre calentar un alimento en microondas o hacerlo en una olla al fuego, Narbona manifiesta que en principio sólo son métodos distintos de transferencia de calor en los alimentos.

“Cuando se calienta con microondas, se genera energía cinética por el choque entre los electrones de las moléculas de agua que se encuentran al interior del alimentos y esto permite que se calienten más rápido. En cambio, con el calor directo a la olla la transferencia de calor va desde afuera hacia adentro y requiere mayor tiempo”, detalla la académica de la UCEN.

Y añade que “los factores que afectan las pérdidas de nutrientes en los alimentos durante la cocción incluyen el tiempo, porque cuanto más tiempo se cocina, más pérdida de nutrientes; la temperatura, ya que cuanto más calor, más pérdidas, y la cantidad de líquido en que se cocina la comida pues cuanta más agua, más nutrientes se perderán probablemente al filtrarse en el líquido de cocción”.