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Los alimentos congelados que no deben faltar en el almacén del barrio

Autor: Comerciante, publicado el

Hoy en día hay sistemas que mantienen diferenciadas las temperaturas de un mismo congelador.

La falta de tiempo para comprar y cocinar alimentos frescos, así como la mayor accesibilidad a una variada oferta de alimentos y la durabilidad de éstos, son factores que explican el aumento del consumo de alimentos congelados en Chile, según apunta Evelyn Sánchez, académica de la Escuela Nutrición y Dietética de la Universidad de Las Américas.

Hoy en día se buscan productos de conveniencia y listos para cocinar y servir. Es así como, la industria alimentaria ha innovado en una amplia variedad de alimentos congelados desde las verduras y frutas, pasando por bases para cocinar y hasta platos ya preparados que solo se necesitan calentar.

Para este rubro, el cambio de hábito cultural en la población está rompiendo los paradigmas de que un producto congelado listo para servir tiene peor calidad que un producto recién elaborado. Cada vez más, la oferta de alimentos congelados es mayor, manteniendo las propiedades nutricionales garantizando a la población un consumo de alimentos igualmente saludables.

“Los nuevos procesos más sofisticados, buscan evitar la mayor pérdida de nutrientes (principalmente vitaminas y minerales), no obstante, hay algunas situaciones particulares que aún no se pueden comparar entre un alimento fresco de uno congelado”, apunta.

Por supuesto, que el acceso a equipos de congelación y refrigeradores con más espacios, o con nuevas tecnologías que mantienen por mayor tiempo los alimentos, ha favorecido el mercado de los alimentos congelados. Antiguamente era impensable poder almacenar una mayor cantidad de alimentos con estas características, por el espacio y avances tecnológicos de la época. Hoy en día, hay sistemas que mantienen diferenciados las temperaturas de un mismo congelador.

Claro que sí, hoy en día hay familias donde hay diferentes opciones de alimentación, por tendencias, aspectos culturales, filosóficos u otros y donde no se justifica cocinar grandes cantidades de alimentos o la preparación de un mismo tipo de alimentos, es que la industria ha dispuesto formatos porcionados, o racionados para la preparación justa de la porción a consumir. Así se evita el desperdicio de alimento no justificado.

Los que no pueden faltar

Existen las bases de alimentos, las frutas y verduras en este formato, también las carnes rojas, pollos, pavos, pescados, productos del mar y finalmente las comidas preparadas congeladas listas para calentar y servir. Otros nuevos formatos son la incorporación de snack enfocados a la población joven del país. Otros como productos orgánicos, veganos, opciones vegetarianas (hamburguesas, Nuggets, escalopas, salchichas, etc) o preparaciones para poblaciones con alergias alimentarias, son elementos claves que aumentan la oferta de productos congelados en Chile.

Dependerá de los gustos de la población objetivo que rodea a aquel almacén, seguramente si hay poblaciones migrantes hay alimentos de consumo frecuente con formato congelado que no pueden faltan como lo son el maíz (maíz peruano, cancha serrana), pulpas de frutas tropicales como el maracuyá o mango, etc”, detalla.

“Por el contrario, si hay comunidades chilenas no podrá faltar la cebolla picada, pack de sofrito, el zapallo, primavera de verduras, filetitos de pollo, que son alimentos más comúnmente consumidos por los chilenos.

En primavera y verano, en general las pulpas de frutas y verduras de temporada (que siempre la recomendación es consumirlas frescas) pero pensando en la falta de tiempo para la preparación y la dificultad en la accesibilidad, hoy existen bases de pastelera (para el pastel de choclo o humitas en olla), porotos granados, champiñones laminados y frutos de bosque (frutillas, frambuesas, arándanos, cerezas).