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Los productos congelados y refrigerados más usuales en nuestra dieta
Autor: Comerciante, publicado el
En la actualidad existe una enorme variedad de alimentos tanto congelados como refrigerados. Y cada más aparecen nuevas ofertas para los clientes.
Según el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA), los productos congelados son aquellos naturales o elaborados sometidos a una temperatura de -18°C en el centro térmico del producto.
Los alimentos refrigerados, en tanto, son aquellos que se mantienen a una temperatura entre 0° y 5°C.
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“Actualmente existe una gran oferta y variedad de alimentos congelados, como el pan, carnes rojas y blancas, pescados y mariscos, frutas y verduras, helados, productos de bollería y coctelería, como empanaditas y quiche, además de pulpas de frutas y platos preparados”, revela la nutricionista Astrid Manríquez.
La académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Central, detalla que entre los productos refrigerados existe también una gran cantidad de alternativas, “como carnes rojas y blancas, embutidos, lácteos y derivados y platos preparados que al ser descongelados deben permanecer refrigerados, todos ellos con gran presencia en los congeladores, refrigeradores y mesas de los chilenos”.
Consultada respecto de si existen diferencias en términos de nutrientes entre los productos congelados y los productos refrigerados, la docente explica que “ambos métodos de conservación prolongan la vida útil de los alimentos, permitiendo que sus características organolépticas, es decir, las características físicas de los alimentos que puedes ser percibidas por los sentidos, así como el aporte de nutrientes, permanezcan sin alteración”.
Recalca que, sin embargo, “existen algunos antioxidantes y vitaminas que se solubilizan en agua que al ser descongelados se pierden, al igual que el consumo de alimentos que se encuentran refrigerados por mayor tiempo”.
“De todas formas, los métodos de conservación por medio de frio son menos agresivos que los métodos de conservación por medio de calor”, aclara al respecto.
Ventajas y desventajas
Astrid Manríquez menciona que entre las ventajas del consumo de alimentos congelados están la variedad y disponibilidad durante todo el año. “Son menos propensos al desarrollo microbiano, garantizando su inocuidad, o sea, que no cause daño a la salud”.
“Con respecto a las desventajas, sin duda está el costo. Y en los congelados, además, se afectan algunas características organolépticas, como la intensidad del color, sabor y textura debido a que, al ser descongelado, la pérdida de agua hace que se altere la estructura del alimento”. puntualiza.
Respecto de los alimentos refrigerados, la académica de la UCEN revela que “poseen una vida útil mucho menor que los congelados, pero mayor que un alimento natural, que poseen características organolépticas más atractivas, y si se adquieren en el tiempo de su cosecha sus precios son más accesibles”.
“Con relación a las desventajas de los alimentos refrigerados, al tener una vida útil menor son más propensos al desarrollo bacteriano y de hongos, perdiendo su integridad y generando un riesgo desde la perspectiva de la inocuidad”, advierte.
La nutricionista puntualiza que las fechas de caducidad de los alimentos “dependerán del método de conservación. Por ejemplo, los productos congelados de panadería duran 2 años; los productos congelados de bollería, como medias lunas, croissant, tops rellenos, entre 4 a 6 meses, y carnes entre 4 a 6 meses, dependiendo del corte”.
“La refrigeración tiene una vida útil más corta, ya que la leche, por ejemplo, una vez abierta puede durar hasta 2 días”, cierra Astrid Manríquez.