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Mitos y verdades de los frutos secos

Autor: Comerciante, publicado el

Aunque los frutos secos son alimentos calóricos, su consumo moderado no está asociado necesariamente con el aumento de peso.

Un estudio reciente demuestra que, a pesar de su aporte energético, la ingestión moderada de frutos secos como aperitivo o postre no produce un aumento de peso corporal.

Así lo revela la ingeniero en alimentos Claudia Narbona, quien detalla que “los frutos secos son ricos en ácidos grasos insaturados y, a su vez, en vitamina E, fibra y arginina, lo que los hace unos alimentos muy saludables para el sistema cardiovascular”.

La académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Central puntualiza que los frutos secos en si se clasifican en dehiscentes (se abren en forma espontánea para liberar sus semillas) e indehiscentes (no se abren solos y requieren ser abiertos).

Los frutos secos “son una magnífica fuente de hidratos de carbono, por lo que aportan mucha energía. Hay que tener en cuenta que son muy ‘calóricos’, así que tampoco se pueden comer en exceso. Se recomienda 1 ración de unos 20-30 gramos”.

Mitos y verdades

1.- Mito: Los frutos secos engordan.

Verdad: Aunque los frutos secos son alimentos calóricos, su consumo moderado no está asociado necesariamente con el aumento de peso.

2.- Mito: Los frutos secos son altos en colesterol.

Verdad: Los frutos secos son libres de colesterol, aunque algunos contienen grasas saturadas en cantidades moderadas.

3.- Mito: Los frutos secos son difíciles de digerir.

Verdad: Si bien algunas personas pueden tener dificultades para digerir los frutos secos sin procesar, la mayoría de las personas los tolera bien.

4.- Mito: Los frutos secos son solo para snacks.

Verdad: Además de ser un snack saludable, los frutos secos se pueden utilizar de muchas formas en la cocina, como en ensaladas, platos principales, postres y salsas.

5.- Mito: Los frutos secos no son adecuados para personas con diabetes.

Verdad: Los frutos secos tienen un bajo índice glucémico, por lo que en bajas cantidades tienen un impacto mínimo en los niveles de azúcar en la sangre.