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Mitos y verdades sobre los alimentos en conserva
Autor: Comerciante, publicado el
Uno de los mitos que se tiene asociado a las conservas es que los nutrientes se destruyen con la esterilización.
“El principal mito cuando se habla de alimentos en conserva es pensar que duran infinitamente”, plantea de entrada la ingeniera en alimentos Claudia Narbona.
“Este concepto se ha ido originando debido a las películas, por ejemplo de guerra, en donde los sobrevivientes buscan alimentos enterrados o que han sobrevivido y siempre aparece una conserva salvadora”, añade la académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Central.
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Entonces explica que si bien los alimentos en conservas tienen una vida útil más extensa, “no son infinitos, porque van cambiando las características organolépticas de estos productos”.
Otro mito que se tiene asociado a las conservas es que los nutrientes se destruyen con la esterilización. Al respecto, Narbona aclara que “los alimentos en conserva proporcionan casi los mismos nutrientes y minerales que los frescos. Es más, algunos de ellos se procesan tras su recolección, reduciendo así las posibles pérdidas de nutrientes”.
Añade que “diferentes estudios atestiguan que ni las proteínas, hidratos de carbono y grasas resultan afectadas en el proceso de conservación. Lo mismo pasa con los minerales y las vitaminas solubles en grasa, como las A, D, E y K”.
“Asimismo, está comprobado que hay ciertos alimentos que al ser esterilizados incrementan sus nutrientes. Un ejemplo de ello es el tomate cuyo pigmento natural (licopeno) con poder antioxidante aumenta con el tratamiento térmico”, complementa.
Latas abolladas
La docente de la UCEN indica que otro mito arraigado es el que se dice que cuando una lata esta abollada, el alimento no debe consumirse. “Eso no es del todo cierto”, asevera.
Y revela que “durante el diseño y la producción de las latas se verifica que el calibre y temple de la lámina resistan la manipulación normal o incluso pequeños golpes. Por lo tanto, en el caso de abolladuras ligeras se continúa manteniendo la inocuidad del alimento y la hermeticidad del envase”.
“En todo caso, se recomienda totalmente evitar el consumo de alimentos en conserva cuando el envase esté perforado o bien la lata o la tapa de un frasco de vidrio sufra abombamiento o presente hinchazón, lo cual significa que ha podido ingresar oxígeno en el interior y el contacto con el producto desencadenará su degradación”, alerta Claudia Narbona.
“Por tanto, lo recomendable es consumir las conservas siempre y cuando su envase se mantenga en óptimas condiciones”, manifiesta sobre el asunto.
Sí es verdad que…
Respecto de qué cosas de las que se comentan sí son verdad sobre las conservas, la ingeniera en alimentos señala que una de ellas es que “en ellas encontramos aditivos de uso alimentarios, que ayudan a mantener por más tiempo el producto y que no se desarrollen microrganismos”.
“Para ello se deben ocupar las cantidades que han sido determinadas en el Reglamento Sanitario de los alimentos y que son inocuas para la salud de las personas”, agrega.
Sin embargo, algunas de esta verdades han cambiado con el tiempo. “Por ejemplo, aún se tiende a pensar que los alimentos deben ser sacados inmediatamente de las latas una vez que éstas han sido abiertas, ya que de lo contrario los alimentos se echan a perder. Esto sí sucedía hace muchos años, cuando las latas se fabricaban de acero u hojalata y podían oxidarse, pero actualmente las latas son de aluminio y no requieren soldadura”, concluye la académica.