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Propiedades de la leche que la hacen un alimento tan importante
Autor: Comerciante, publicado el
Posee minerales como potasio, fósforo, magnesio, fundamentales para el funcionamiento de nuestros músculos y sistema nervioso.
Como una excelente fuente de proteína del alto valor biológico, es decir, que entrega nutrientes esenciales y por ello es de mejor calidad, define a la leche de vaca la nutricionista Gabriela Lizana.
Ahonda al respecto y precisa que se trata de un alimento “fundamental para el crecimiento y la mantención de los músculos. La leche aporta calcio y vitamina D, primordial para el fortalecimiento de nuestros huesos y dientes”.
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“El calcio, además, favorece la contracción muscular, incluido el corazón. Presenta vitaminas del complejo B, esenciales para el fortalecimiento del sistema nervioso y evitar anemias. Posee también minerales como potasio, fósforo, magnesio, fundamentales para el funcionamiento de nuestros músculos y sistema nervioso”, explica en detalle la directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de las Américas, sede Viña del Mar..
Tipos de leche
La docente puntualiza que, dependiendo de lo que se quiera analizar, existen distintas clasificaciones de la leche.
“En particular, en relación al aporte de grasas, encontramos:
- Entera: que significa que nos aporta 26% de materia grasa. Según el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA), éstas aportan más de 30 gramos de grasa por litro de leche.
- Semidescremada: 18% de materia grasa. De acuerdo con el RSA, son aquellas que aportan entre 5 y 30 gramos de grasa por litro de leche.
- Descremada: 0% de materia grasa. Según el RSA, son las que aportan menos de 5 gramos de grasa por litro de leche.
- Con proteínas extras: no existe un control o supervisión sobre esta ¨categorización¨. Sin embargo, solo indica que se ha añadido cierto porcentaje más de proteína”.
Según la edad
En cuanto a qué tipo de leche deberían consumir las personas según su edad, la docente de la UDLA detalla:
“Para los bebés: si consideramos a los recién nacidos y lactantes (hasta los 2 años de vida), debiesen consumir leche materna. Sin embargo, la realidad nacional indica que en promedio a partir de los 4 – 6 meses de edad, se incluyen fórmulas lácteas, y éstas deben ser acorde a la edad del bebé.
Para los niños, jóvenes, adultos y adultos mayores: leche descremada, pues no necesitamos incorporar el tipo de grasa que aporta la leche semidescremada, ni menos la entera. Dependiendo de la tolerancia al azúcar de la leche, lactosa, debiese privilegiarse el consumo de leche sin lactosa”.