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En qué fijarse a la hora de vender pescados y mariscos congelados en el almacén

Autor: Comerciante, publicado el

Una correcta cadena de frío permite evitar el desarrollo excesivo de bacterias en estos alimentos.

Al igual que con los otros productos congelados que vende en el almacén, el comerciante debe estar muy atento a una serie de aspectos cuando se abastece y almacena pescados y mariscos en este estado en el negocio.

Así, es esencial que al adquirir estos alimentos para llevarlos al almacén debe asegurarse que durante el traslado se respete la cadena de frío.

Ésta es vital pues evita que la contaminación primaria de mariscos y pescados, o sea los microorganismos presentes en los alimentos, se desarrollen a niveles que hacen que el alimento se transforme en un peligro para la salud de los consumidores.

“La cadena de frío es la mantención continua de los alimentos en frío, 4°C, de modo que permita mantener por más tiempo las características organolépticas y evitar el desarrollo excesivo de bacterias”, detalla la ingeniero en alimentos Claudia Narbona.

Por ello resulta también vital que el vehículo que transporta pescados y mariscos congelados debe contar con un sistema de enfriamiento interno que permita mantener esos 4°C durante todo el proceso de distribución de los alimentos.

Mucho ojo

Tres son los aspectos a los que hay que prestarle especial atención cuando el proveedor entrega estos productos en el almacén:

1.- Hay que fijarse que el envase no esté abierto, rasgado o tenga los bordes molidos.

2.- Se debe evitar aquellos envases que tengan señales de escarcha o cristales de hielo, ya que puede significar que el pescado ha estado almacenado durante mucho tiempo o que se descongeló y volvió a congelar.

3.- En el almacén, en tanto, debe tener al menos un congelador que le permita acopiar los mariscos y pescados, mientras que en una vitrina refrigerada debe exhibir aquellos que están a la venta.